Sabías que el 25% de los coches que no pasan la ITV por deficiencias en el sistema de frenos? Los conductores no suelen preocuparse por la degradación de pastillas y discos de freno hasta que sucede un imprevisto. Pero tener un coche más seguro es sencillo si realizas unas tareas de mantenimiento adecuadas:
1. Según el tipo de conducción, los componentes de tu coche estarán expuestos a más o menos desgaste. En el sistema de frenos las piezas que sufren más desgaste son las pastillas y los discosde freno. Los conductores que suelen exponer al coche a un mayor esfuerzo de frenado (trayectos montañosos, conducción con el coche a plena carga, sobrecalentamiento ocasional del sistema de frenos, etc.) deben revisar los frenos con más frecuencia.
Una conducción con menos brusquedad reduce el consumo de combustible y el desgaste del sistema de fricción. La utilización del freno motor también aumenta la vida del sistema de frenos», añade.
2. No abuses de los frenos para evitar que se calienten. Durarán más tiempo en buen estado. Puedes disminuir la velocidad del vehículo con la caja de cambios, sobre todo en descensos prolongados (puertos de montaña).
3. Haz caso a los testigos del coche. Hoy en día la mayoría de los coches cuenta con sistemas de aviso de desgaste de frenos y un piloto en el panel de instrumentos te advertirá con antelación. Si sientes que el pedal de freno está esponjoso o se va al fondo al pisarlo, puede que haya burbujas de aire en el circuito hidráulico. Llévalo al coche al taller para asegurarte.
4. Si notas una pequeña vibración al pisar el freno, comprueba que las pastillas y discos de freno están en buen estado. En frenadas a alta velocidad, una vibración en el volante puede ser indicio de que alguna pieza del sistema está en mal estado, que las ruedas están desequilibradas o que los discos de freno están combados.
5. Si ves que tienes que pisar el freno demasiado fuerte para frenar, lo más probable es que las pastillas o los discos de freno estén dañados. También es posible que haya grasa o líquido de frenos en las pastillas o poca cantidad de líquido de frenos. En el taller podrán resolver estas dudas.
6. Si el pedal de freno se hunde cuando lo pisas, puede haber una fuga en el circuito de frenos o que las pastillas de freno estén desgastadas. Tendrás que revisar todo el circuito de frenos, comprobar que el depósito de líquido de frenos está en buenas condiciones y, quizá, sustituir las pastillas de freno.
7. Al cambiar las pastillas de freno, sin haber cambiado los discos, puede que escuches chirridos. Pero también pueden indicar que algo no está bien en nuestro sistema de freno: partículas (de óxido, metálicas) en las pastillas, discos en mal estado o también pastillas muy desgastadas o de baja calidad.
8. Si los frenos de tu coche están desgastados la distancia de frenado aumenta y tendrás más posibilidades de sufrir un accidente. Revisa los frenos cada vez que el coche pase por el taller para cualquier tarea de mantenimiento: cambio de aceite, filtros…Nunca deberías dejar pasar más de 20.000 km sin revisar el sistema. La distancia de frenado depende del sistema de freno, del estado de los neumáticos y de los amortiguadores. A una velocidad de 110 km/h, puede llegar a haber diferencias de 10 metros en la distancia de frenado, claves en la seguridad.
9. En el taller decide tú qué frenos quieres que le pongan a tu coche. Según un estudio elaborado por Road House, casi todos los conductores españoles asegura que los frenos son lo más importante para su seguridad al volante pero sólo el 13,4% elige personalmente qué componentes del sistema de frenado monta en su vehículo. Las ayudas electrónicas a la frenada y estabilidad de un coche sirven de poco si pastillas y discos de freno, no tienen la calidad y la seguridad suficiente. Asesórate antes y descubre qué frenos ponen a tu coche. Conducirás más tranquilo.
10. Asegúrate de que te instalan pastillas de freno están homologadas. Las cajas de las pastillas de freno deben ir marcadas con el número de homologación ECE R-90, que asegura que las pastillas cumplen con las normativas establecidas de seguridad. Este número debe ir también marcado en la superficie de la propia pastilla de freno. Exige en tu taller ver los embalajes de los recambios que han instalado en tu coche para asegurarte.